“Cuando quieras emprender algo, habrá mucha gente que te dirá que no lo hagas; cuando vean que no pueden detenerte, te dirán cómo tienes que hacerlo; y cuando finalmente vean que lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti”.
John C. Maxwell

Avanza con rapidez el desarrollo de autos electricos en Europa y EEUU

Imagen: Renault Argentina

Noruega, uno de los principales productores de petróleo del mundo, se ha convertido en un terreno de pruebas improbable para los autos eléctricos. Debido a grandes beneficios fiscales, los autos eléctricos salieron de la nada para apoderarse de un tercio del mercado de autos nuevos en tan solo cinco años. Hay políticos y líderes empresariales que están viajando de todas partes del mundo a Oslo para ver si esta tendencia es más que una moda pasajera. Durante el verano, los dirigentes de Volkswagen —envuelta en un escándalo por mentir sobre las emisiones de sus autos— visitaron discretamente este mismo estacionamiento para ver el movimiento en el quiosco: semanas más tarde anunciaron que su estrategia de recuperación sería la electrificación. La empresa promete 20 modelos nuevos de autos eléctricos para el 2020.  ¿Podría ser que el sistema mundial de transporte esté al borde de una transformación que disminuiría la demanda de petróleo? Los países se han comprometido a combatir el calentamiento global, lo cual implica reducir de manera considerable las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero para mediados de siglo, dentro de poco más de tres décadas. Si este es el objetivo, algunos estudios sugieren que no habrá lugar para los autos que queman gasolina o diésel: tendrán que funcionar con electricidad o alguna otra fuente de energía alternativa, y el mismo sistema eléctrico tendrá que ser mucho más limpio. Los estudios indican que los autos eléctricos deben empezar a tomar el control de la mayor parte del mercado de autos nuevos en la década de 2030 y así se podrían ir convirtiendo en la única opción para la mayoría de las familias. Las grandes petroleras están esperando que los líderes políticos no puedan cumplir las metas que se trazaron para limitar el cambio climático, y el mercado de valores parece que está del mismo lado. No solo Noruega, sino Alemania y Holanda  están hablando, aunque sea tentativamente, de la posibilidad de prohibir la venta de autos nuevos que quemen combustible. Si esto llegara a suceder, es probable que estas prohibiciones surtan efecto antes de 2030. Si se tienen en cuenta a los híbridos que se conectan, hay más de 20 autos eléctricos en el mercado. Las ventas a nivel mundial están aumentando a un ritmo acelerado: en comparación con el primer trimestre de 2015, dieron un brinco de 49 por ciento en el mismo periodo de 2016, según EV Volumes, una base de datos de seguimiento global. Si continúa el veloz incremento, no será difícil ver cómo estos autos se convierten en una fuerza perturbadora dentro de unos años. Los dueños de autos eléctricos, a pesar de que aceptan que hay algunos problemas y una pequeña curva de aprendizaje, suelen desbordarse de entusiasmo cuando dicen que sus autos son más limpios, mecánicamente más sencillos, más fáciles de mantener y más divertidos de manejar que los autos que queman combustible. En Noruega, donde la mayoría de la electricidad proviene de represas y no de la quema de combustibles fósiles, los autos son particularmente limpios. Pero aun en países que queman carbón para obtener energía, estos vehículos son tan eficientes que pueden reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, los autos tienen un gran problema: las baterías. Las limitantes de la tecnología disponible para baterías provocan que las distancias que recorren los vehículos también sean limitadas. General Motors está a punto de presentar el Bolt, un vehículo con puerta trasera (o hatchback, que tiene aspecto de auto deportivo y promete recorrer 383 kilómetros: cuatro horas ininterrumpidas de carretera. Pero Noruega está logrando salir de este atolladero, tanto con dinero público como con una fuerte inversión privada, para que haya estaciones a lo largo y ancho del país. California está avanzando también. Nueva York está a punto de hacer un gran esfuerzo para promover más autos eléctricos y cargadores, y Massachusetts ya lo está haciendo.  En Noruega, McDonald’s no ha perdido el tiempo. La empresa está ofreciendo sus estacionamientos para la instalación de quioscos con cargadores, con lo cual atraen a una clientela de lujo a los restaurantes. “Son comida y carga rápidas”, dijo Jan Haugen Ihle, el director en Noruega de Fortum Charge & Drive, la empresa que está instalando los grandes quioscos verdes.

 

 

Fuente: NYT