Arsénico en agua: un enemigo invisible. Investigadores del Conicet trabajan en la remediación de un recurso natural indispensable, el agua.
El arsénico constituye el principal contaminante natural del agua subterránea que es la única fuente para el consumo humano en una amplia zona de nuestro país. Esta problemática tiene un marcado efecto en el sector socio-sanitario y económico de las regiones afectadas, involucra a más de ocho millones de personas.
En nuestro país las provincias más afectadas son: Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, San Juan, Chaco, Santiago del Estero, San Luis, Mendoza, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Río Negro, Neuquén y gran parte de la provincia de Buenos Aires, incluso en la costa atlántica.
Considerando esta problemática, especialistas del Conicet estudiaron poblaciones dentro de Salta, en la zona de la Puna y el Chaco salteño, afectadas por este fenómeno y que no reciben agua tratada. Crearon un sistema de purificación que el poblador pueda manejar y, para probar su eficiencia lo instalaron en escuelas de la región. Son sistemas de filtración con arena y hierro (incorporado en forma de clavos, alambre o viruta de acero) en el que el arsénico se fija sobre una capa de óxido, producida por el hierro al estar sumergido en agua, y la arena lo retiene.
Este sistema permite llevar el agua a un nivel que la gente pueda consumirlo. Sumado a esto, los especialistas del Conicet le proveen los repuestos y sustancias especiales necesarias para realizar el tratamiento. El dispositivo es económico porque está fabricado con elementos de industria nacional y suministra mil litros diarios de agua purificada.